Estoy tratando de encontrar palabras adecuadas para expresarme respecto de estos días, sin invadir la experiencia que los santafecinos tienen.
Llegué a Santa Fe el 10 de marzo del 2007 y el domingo 11 me presentaron a la comunidad donde estoy sirviendo (aprendiendo, escuchando, molestando, preguntando, predicando, animando, y demás gerundios cercanos a la preocupacion que me genera tal realidad) en La Vuelta del Paraguayo. Ellos llevaban ya 20 días evacuados y la Iglesia ya tenía como 50 cms. de agua adentro, por lo que me la mostraban de lejos, señalandola desde el centro de evacuados. Para los que no conocen, esta zona de la ciudad queda saliendo hacia Paraná, y no tiene defensas ante las crecientes del rio.
Hasta entonces eran los evacuados VIP; el intendente en persona los había ido a visitar y los diarios mostraban qué bien atendidos estaban.
Resultó que los últimos días de marzo empezó a llover; el 28 y 29 cayeron una cifra increible de milímetos y todo cambió. Los empleados municipales encargados de la emergencia quedaron desbordados, después de tres años de preparacion, por los 35.000 nuevos evacuados en la ciudad de Santa Fe; las iglesias y los colegios (publicos y privados) tuvieron que volver a alojar a toda esta gente, por supuesto sin el apoyo inmediato del estado; la ciudad estaba aislada, excepto por el paso subfluvial que une Paraná con esta ciudad y los primeros recursos llegaron cuatro días después, el lunes 2 de abril; se suspendieron las clases hasta el lunes siguiente; en la Vuelta se volvieron a inundar porque el lugar donde estaban, a la vera de la ruta 168, se llenó de agua y Falleció un veterano pescador del barrio de Hantavirus (es el diagnóstico que aún tiene la familia porque el gobierno no confirmó ni refutó tal cosa después de enviar a Rosario los examenes que le hicieron a "Don Tito").
Gendarmería y Prefectura recibieron la esperada autorizacion de parte del gobierno, para asistir a los centros de evacuados, llegaron bombas para desagotar la ciudad y camiones con ropa y comida en cantidades incalculables que abarrotó cuanto deposito hubiese en la ciudad (hubo que sacar la ropa vieja ya en mal estado y habilitar algunos espacios al aire libre para contener todo).
Hubo algunos piquetes que los evacuados improvisaban por algunas horas en algunas de las avenidas de la ciudad o sobre la ruta para llamar la atencion de la municipalidad o de la Provincia ...y muchos voluntarios. Recuerdo grupos enteros de gente que espontaneamente iba de un centro a otro preguntando si necesitabamos una mano. Después del 9 algunos amplios espacios municipales siguieron ocupados por varios días mas.
Alguno de esos días paró de llover y una o dos semanas después volvimos a ver el sol. Cómo lo extrañabamos!!
Entonces se empezaron a escuchar las voces de los políticos en la Municipalidad...
Entonces se cerraron las negociaciones con el gobierno nacional por nuevos fondos para paliar la crisis generada (manejados por la misma gente de siempre!)...
Entonces hubo que acompañar a la gente que volvía a sus casas, a dormir bajo el mismo techo otra vez, en un ambiente cargado de humedad, todo lleno de un barro-caldo muy oscuro y con muy mal olor...
Entonces los evacuados VIP, habían perdido todas las atenciones que tenían (médica, social, política, etc.) en su centro al lado de la ruta. Ellos aún tenían sus casas bajo agua. Recién a mediados de Mayo regresaron y pudimos re-habitar casas, escuela, iglesia.
Entonces pude ver, después de casi tres meses de vivir en esta ciudad la cara de los pilíticos que estaban retomando sus campañas, porque HUBO ELECCIONES EN SANTA FE, pero eso fue recien después de junio. Reaparecieron los carteles con las fotos y los nombres y pude identificar quienes eran los que peleaban la intendencia.
En fin, qué días fueron! Dios quiera que, a pesar de todo, todos aprendamos a participar mejor; a esperar, pero a hacer; a escuchar, pero a decir; a tolerar, pero a luchar, cuando corresponde hacerlo y no mas tarde.
A propósito, como conmemoracion de la inundacion del 2003 y 2007, hace varios días que hay una pequeña carpa montada en el lugar de siempre, en la plaza, frente a la casa de gobierno de la provincia. Está deshabitada y parece un monumento porque tiene una piedra pintada de blanco con un texto en letras negras que explica tal "instalacion".
Que recordar nos sirva a todos! Sólo pretendo conmemorar, para que la memoria se nos reactive y sea fecunda en cada uno de nosotros, el lugar donde vamos a buscar motivos, fundamentos, esperanza y fe.
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