En nombre de los jesuitas que trabajan en la región amazónica, el P. Roberto Jaramillo, sj. ha enviado un mensaje urgente alertando sobre una realidad injusta (de las muchas que se aprecian en nuestro continente).
Les escribo en nombre de muchos otros amigos e amigas. Estamos en una situación verdaderamente URGENTE y pido que, quien se sienta solidario, dedique unos minutos para ayudarnos.
Casi 18.000 indígenas de cuatro etnias diferentes en la región norte del estado de Roraima (Brasil) están siendo VILMENTE agredidos por seis familias de arroceros que se apoderaron ilegalmente de parte de sus tierras y se niegan a salir de allí.
Confabulados con el poder político local y parte del poder judicial están intentando impugnar también la creación de la reserva indígena lo que abriría un peligrosísimo precedente para todos los indios de Brasil. Las comunidades indígenas de la Reserva Indígena “Raposa Sierra do Sol” están en pié de lucha ocupando SU PROPIO territorio. Hoy en la mañana diez indígenas fueron baleados por mercenarios al servicio de los invasores.
La Iglesia de Roraima ha estado siempre solidaria de las luchas indígenas por considerarlas JUSTAS, y ahora también apoya la causa de los Indios, sin asustarse ni quedarse callada por amenazas y acusaciones (la catedral de Boa Vista fue asaltada dos veces en la última semana en acciones que parecen no ser simple “delincuencia común”).
El SUPREMO TRIBUNAL FEDERAL deberá pronunciarse en los próximos días tanto sobre la “desintrución” (des-invasión – expulsión) de los blancos en territorio indígena, como sobre la legalidad del territorio demarcado. Las presiones internas son muy grandes y la única arma que tienen los indios es su movilización masiva, aunque les cueste sangre (como aconteció hoy!).
La participación de la comunidad internacional es un factor decisivo en este echo político. Junto con muchos otros amigos y amigas, y organizaciones que se están movilizando, quiero pedir a ustedes el simple servicio de firmar las declaraciones adjuntas y enviarlas lo más rápidamente por correo y por e.mail según las instrucciones: al presidente, al ministro, a los miembros del Supremo Tribunal y una copia para el CIR (Consejo Indígena de Roraima). Entre más cartas y mensajes reciban el Presidente Lula, su ministro de Justicia y los miembros del Supremo Tribunal Federal se sentirán no solo más presionados a actuar con JUSTICIA, sino más apoyados nacional e internacionalmente para mantener la decisión de respetar y de hacer respetar la constitución brasileña.
POR FAVOR no dejen para mañana lo que es posible hacer ahora… ya son 10 los indígenas gravemente heridos. Su carta, por insignificante que parezca, es necesaria para que no caigan muchos más. Esperamos que la sangre ya derramada sea fecunda y que la ejecución de la justicia no necesite ser más regada com la vida de los indios. Dios los guarde y bendiga,
ROBERTO JARAMILLO BERNAL, S.J.
Superior Regional de los Jesuitas del Amazonas
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