Una Comunidad Cristiana

Piñami Chico 7 de septiembre del 2008-09-07
A los Obispos de Bolivia, a todos los cristianos del País , collas, cambas, prefectos, ciudadanos en general.

NOTA:Loshermanitos del Evangelio Patricio Rondeau y Jose Luis Muñozmandamoseste comunicado de la Comunidad Cristiana de Piñami Chicodesde nuestradirección, pues la comunidad cristiana no tienedirección alguna. Lomandamos a los destinatarios del encabezamiento ya los amigos yconocidos nuestros, para que lo extiendan y busquen suexpansión, quepertenece –repetimos- a la comunidad cristiana delbarrio y que hacemosnuestro.

Lacomunidadcristiana de Piñami Chico, de la diócesis de Cochabamba,reflexionandosobre el Evangelio de este domingo 7 de septiembre,relacionándolo conlos hechos de violencia y de racismo, sucedidos enlos últimos días enel Oriente, hemos tomado la resolución dedirigirnos a ustedes en lalibertad que nos da el ser cristianos yhermanos, para decirles:
Todoslosbolivianos/as somos hermanos/as, independientemente de la religiónqueprofesemos y de la cultura a la que pertenezcamos. Pero si pensamosquela mayoría somos cristianos y católicos, bautizados en Cristo,hijos delmismo Padre, que llevamos a nuestros hijos a la catequesis ylosacompañamos en la misma Comunión y que recibimos los mismossacramentosy que les hablamos de Jesús y su Evangelio, con mas razónqueremos decirque somos hermanos. EnelEvangelio de hoy hemos leído que Jesús nos dice: “Si tu hermanopecacontra ti, ve y repréndelo a solas y, si se corrige, habrás ganadoa tuhermano. Si no, toma a otros cuantos como testigos y corrígelo. Sino,díselo a la comunidad…” Estamosdolidospor lo que está ocurriendo entre hermanos bolivianos ycristianos, porlo que está ocurriendo de pecado en los departamentosdel Oriente delPaís, y queremos decirles en nombre de Dios que bastaya de agresionesa indefensos, a policías desarmados que cumplen con sulabor, a mujeresambulantes que buscan pacíficamente el sustento deldía.
Hay quien hablaque esto es prácticamente una guerra civil. No esasí como nosotros lovemos. En realidad son agresiones unilaterales,del más fuerte al másdébil. No es esto lo que profesamos cuando vamosa misa o recibimos lacomunión o bautizamos a nuestros hijos. A todosnos han enseñado elrespeto, el amor al prójimo, el sentido de lajusticia y del bien común.Todos enseñamos a nuestros hijos a perdonary a pedir perdón.
Alosobispos queremos decirles que se pongan en medio del pueblo ynosrecuerden estos principios que hemos aprendido de Jesús, y queellosnos enseñan, que nos digan que es la hora de ponerlos en práctica,quenos los digan a todos sin miedo en todos los medios de comunicaciónyen las iglesias y les digan a nuestros sacerdotes, religiosasyreligiosos que nos prediquen la verdad de Dios sin pelos en la lengua.
Nosotrossomoscampesinos y participamos del proceso de cambio que se está dandoen elPaís. Es algo que hemos estado esperando desde muchos años yrecibimoscon mucha alegría y esperanza el acceso a la Presidencia deuno de losnuestros, el Presidente Evo Morales. Constatamos que estaalegría yesperanza la compartimos con el 67.4 % del País. Nosotros ledamosgracias a Dios por ello y creemos que lo mismo hacen todos lospobres denuestra Patria.
Alotro33% de hermanos/as les decimos que no tengan miedo. NuestroPresidenteno ha llegado a meter a los contrarios a la cárcel ni losha hechotorturar ni hay desaparecidos ni muertos por la represión,como haocurrido en épocas pasadas. Es un cambio pacifico el que seestáproduciendo por la presión de los pobres y por tantaspenuriaspadecidas, pero nadie quiere matar ni hacer desaparecer a nadieniquitarle el derecho a seguir viviendo. Entiéndanlo, por favor. Estamosdolidoscuando vemos en la TV apalear a hermanos/as nuestros,indefensos,personas mayores, mujeres, a manos de jóvenes armados depalos ychicotes y de los insultos con que los humillan. ¡Somoshermanos¡ A lomejor hemos participado el domingo en la mismaEucaristía. Nosavergüenza que nuestros hijos vean esto, cuando losllevamos a lacatequesis y saben que Cristo enseña lo contrario.
Estamosextrañadosde que los obispos no hablen ni intervengan ni denuncienestosatropellos, como esperamos. Volvemos a rogarles: Hablen en nombredeDios. Y, si los violentos no les hacen caso, “considérenloscomopublícanos y pecadores”, nos dice Jesús en el Evangelio de hoy.¿Noven que, si no, da la impresión de que estuvieran de su parte? Alinvitar a todos en general a un dialogo y al decir que depongantodoslas violencia, meten a todos en el mismo saco. Y ahí si quenosquedamos escandalizados todos los pobres por nuestros pastores,porquea quien hay que denunciar es a los prefectos del Oriente y alosjóvenes que les hacen caso. El oficialismo no ha atentado deestamanera contra nadie ni contra el Estado. Esto es lo que hayquedenunciar en serio con los pobres, cuyos intereses se venafectados,porque los otros es con la rabia de perder sus privilegiosque actúan,para que los demás les sigamos sometidos.
Muchosdenosotros, hemos aprendido de nuestros sacerdotes y formadores quelaIglesia latinoamericana tiene una opción tomada por los pobres,desdeMedellín, Puebla y que la ha confirmado el año pasado enAparecida. Nose puede dejar en letra muerta todo esto: es la hora deponerlo enpráctica. Para nosotros es un tiempo bonito, que nos da laoportunidadde poner en obra mejor el Evangelio y el sueño de tantoscristianos denuestro Continente, por el que dieron la vida muchos deellos.
Quisiéramosqueesta carta llegue al mayor número de personas. Que nadie tengamiedo alos cambios. Es la hora de compartir. No es posible el bochornoe unaBolivia rica llena de pobres. Si hay para todos, favorezcamoselreparto. ¿Cómo se entiende una familia en la que unos son ricos yotrosson pobres? En nombre de Dios y Maria, su madre y nuestra Madre,que seacaben las violencias, los insultos, las amenazas, losdestrozos.
Hagámoslo por nuestros hijos y por el bien de todos.
(11 de septiembre, jueves).-Hoy,cuando vamos a publicar la carta, que hemos revisado entrevariosmiembros de la comunidad y por eso se ha retrasado el envío,vemos conindignación y vergüenza los destrozos hechos en Santa Cruzy ElOriente: toma de instalaciones publicas por parte de jóvenesarmados depalos y mazas, que han saqueado y destruido oficinas delEstado, el INRAy la TV estatal, que han amedrentado e insultado aperiodistas y otraspersonas honestas, la voladura de un gasoductoetc. Esto confirma loque decimos: No hay que condenar a todos porigual. Estos son losviolentos. Por lo tanto, si se invita al dialogohay que ponerse dellado de los violentados, sin mediar, como si losviolentos tuvieranigual razón. Porque, además, los violentados, somosel 67.3% del País ylos otros son la minoría .En el dialogo hay queconcederle la razón alas mayorías, so pena de querer desautorizar alas urnas, con elpretexto de que no se enrabien los otros. Que todaslas personas de biende Bolivia condenemos esto, les quitemos laautoridad a esos prefectosque pidenalgobierno “volver a la legalidad”. Son ellos los ilegales.Digámoslotodos sin rodeos, los obispos, los religiosos y religiosas,losmaestros, el defensor del pueblo, los DDHH, el Ejército, todaslasconfesiones religiosas. Que nadie quede sin manifestarse. No diganquehay violencia de lado y lado. No es cierto. Solo la estánejerciendoesas minorías enardecidas y ciegas de la “Media Luna”. Y hayquequitarles la razón con la denuncia y la no-violencia, para no entrarensu juego. Que se vean solos, pues son bien pocos, aunque ruidososypeligrosos.
Comunidad Cristiana de Piñami Chico

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